Se acerca el verano. Quiero tener un buen cuerpo. Me
canso de ir al gimnasio. Me canso de correr. Me canso de no conseguir nada. Me voy a la
farmacia. Pregunto por algo para reducir la grasa abdominal. Me recomienda un
producto: “Somatolin Reductor Intesivo Noche”. Me lo aplico en la zona. De la emoción,
me pongo demasiado y me cae en el pene. Pienso que no tendrá efectos y me voy a
acostar. Por la mañana voy al baño. Grito. Flipo. No tengo polla. Tengo vagina.
Bonita, pero vagina. Corro a la farmacia. Le cuento el caso. No me cree. Me
bajo los pantalones. Grita. Flipa. Me dice que valla corriendo al médico. Voy.
Se lo explico. No me cree. Me bajo los pantalanes. Grita. Flipa. Me dice que no
tiene cura. Me dice que tengo una vagina muy bonita. Mi mira. Le pego. Salgo corriendo.
Busco en internet a alguien que le haya pasado lo mismo. Joder, lo encuentro. Increíble.
Pone un consejo. Sigo el consejo. Voy a un sexshop. Pido un cinturón con polla.
lunes, 11 de junio de 2012
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