sábado, 25 de febrero de 2012

¿Hay alguien ahí?

Vivo solo, y por suerte o por desgracia estoy acostumbrado a encontrar las cosas tal y como la dejo. Si dejo la loza sin lavar, al volver del trabajo la veré sin lavar, si no hago la cama, cuando me vuelva a acostarme en ella la encontraré deshecha. Bueno todo esto viene porque hace una semana me ha sucedido algo que... bueno, mejor lo cuento antes de intentar explicarlo, porque lo de explicar lo veo más difícil.

Lunes. Me levanto como cada comienzo de semana para ir a trabajar, desayuno rápido y dejo la taza del café y un plato pequeño en la mesa (como siempre) sin dejarlo en la pila ni mucho menos lavarlo. Al regresar por la tarde veo que no hay nada sobre la mesa y tanto el plato como la taza estaban perfectamente lavadas.
No le presté demasiada importancia, me imaginé que simplemente lo había hecho y no lo recordaba.

Miércoles. Después de ducharme por la noche cogí la toalla para secarme y estaba demasiado húmeda, llegando a estar casi mojada. Tuve que coger una nueva. Joder ya empecé a sospechar que alguien... no que va, imposible.

Jueves. Ya le pasaba el fecho a la puerta y dormía con un ojo abierto y otro cerrado. Mi cabeza empezaba a pensar demasiado y eso no es bueno.
Por la mañana, al bajar al garaje, subirme en el coche, arrancarlo y mirar por el espejo retrovisor para dar marcha atrás noto que el cristal está más bajo de lo normal. Solo yo cojo el coche, joder. Ya comencé a ponerme nervioso. No podía pensar que alguien entraba en mi casa, usaba mis cosas, mi coche...

Sábado. El sábado salí a tomar algo, necesitaba despejarme. Después de un par de copas y algo más de cervezas, cuando el alcohol ya había hecho más que efecto decidí volver a “mi” casa.
Al levantarme por la mañana el domingo veo que toda mi ropa estaba recogida y ordenada, la ropa con la que había salido estaba en la lavadora lista para tender, la loza de la cena estaba lavada. Joder, voy a llamar a la policía pensé. Me metí la mano en el bolsillo del pantalón y veo que una caja de tabaco sabiendo que no me gusta nada y nunca he fumado. Estaba decidió en llamar a la policía, no sabía quién me estaba jodiendo pero alguien lo estaba haciendo y bien.

Me dirigí al baño y al mirarme en el espejo había otra persona, una persona totalmente distinta a mí, pero era yo claramente, obedecía a mis movimientos y notaba mi tacto al tacarle la cara. Mi corazón iba a dos mil por ahora. Abrí la llave del agua fría y me lave la cara dejándome las manos unos segundos en la cara. Al abrirlas volví a ser yo.

Efectivamente cogí el móvil para llamar, y no precisamente a la policía, llamé a un psicólogo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Anarquía.

Te lo voy a decir al oído para que no salga de aquí: un día sin leyes ni policía.
¿Puedes imaginar que pasaría?, ¿qué es lo que harías?.
Seguro que imaginas calles llenas de gente cometiendo todos los delitos habidos y por haber.

En las inundaciones de Nueva Orleans de 2005 se desató una extraña anarquía donde todo estaba permitido. Podías entrar en el supermercado al que solías ir cada semana y usurpar lo que te cupiera en los brazos o en un carro de la compra, invadir la casa del vecino y robar lo que encontraras... ¿De verdad somos una sociedad tan avanzada y civilizada?. Parece que siempre tenemos que tener en mente que si hacemos algo mal, esto será castigado con cierta multa, como un niño que sabe que si sucia las paredes de su cuarto será reprendido por su madre y por ese único motivo no lo hace.


No quiero creer que vivamos en una sociedad que se mantiene gracias a leyes escritas en papel y cuerpos de seguridad que castiguen a quien no las cumpla.
Si de verdad vivimos en una cuerda tan floja, en una línea tan delgada que separa el caos más absoluto de lo civilizado y hace falta que nos digan que no podemos robar, matar, violar... me avergüenzo de esta sociedad y la mando a la tomar por culo.

domingo, 12 de febrero de 2012

La situación

El estaba en una cafetería tomando un café y ojeando un periódico. Estaba solo. Después de unos minutos se sienta en su mesa una chica que bien podría ser modelo ya que tenía un cuerpo de escándalo y una cara perfecta. El la miró mientras pensaba lentamente debido a la anestesia de tal belleza, el porqué se habría sentado en su mesa, si simplemente se habría confundido o realmente quería algo de él.
El era un chico del montón, repito, del montón y ella claramente juga en otro liga muy superior. Sin más ella suelta

- Cuéntame algo interesante.
- ¿Qué?. Hola, me llamo..

Ella lo interrumpe diciendo que no quiere saber cómo se llama y vuelve a insistir

- ¿Me vas a contar algo interesante?
- ¿Porque?
- Si quieres acostarte conmigo cuéntame algo interesante.

El se quedó flipando mientras intenta discernir si era una broma, si la chica estaba loca o realmente le estaba pasando esa situación.
(15 minutos antes: Ella miro con gesto muy serio a su novio y le dijo que fuera totalmente sincero. Le pregunto si era verdad el rumor que le había llegado, le pregunto si era verdad que se había acostado con esa chica de la oficina. Su novio se quedo callado y miró al suelo. Ella no se echó a llorar, mantuvo la serenidad como si ya lo supiera la verdad mucho antes de la pregunta. Le preguntó el porqué varias veces hasta que él le dijo que esa chica tenía algo interesante y no supo muy bien como pasó. Ella salió del coche con un portazo y se metió en una cafetería...)

- No te conozco de nada para saber si eres un chico interesante, así que si me dices algo interesante supondré que lo eres.
- ¿Quieres saber algo interesante de mi?
- Si, venga.
- Sé que esto es una broma...

Ella se levantó de la silla y lo besó lentamente haciendo una lucha de lenguas unos pocos segundos. Ella volvió a tomar asiento.

- Ya sabes que es verdad, ahora cuéntame algo.
- No sé, de vedad..

Ella se levantó de la silla diciendo que seguramente no se seria el chico interesante que buscaba. El se levanta, se acerca a pocos centímetros y le susurra algo al oído que no duró más de cinco segundos. Ella lo mira fijamente y esbozó una pequeña sonrisa. Los dos salieron de la mano de aquella cafetería.