domingo, 12 de octubre de 2008

BENDITA IGNORANCIA

La curiosidad nos juega malas pasadas. Todavía recuerdo la primera vez que me sentí idiota al pensar demasiado (o demasiado poco).

Me encontraba felizmente en mis primeros tiempos de navegación internauta. Visitando paginas sin fijarme demasiado en ninguna, ojeando simplemente. Hasta que desde un link de no se donde, vi “la pagina”. Una pagina totalmente en blanco con una sola ventana en la que rezaba: “Por ningún motivo pulses F5”. En ese momento mi mente paso a modo alerta. Después de ver periódicos online o revistas virtuales lo único que logró activar mi mente fue una ventana con algo que no podía hacer. Me sentí tan atraído como una ama de casa a un producto del supermercado que regala un taper.
En ese instante podía pasar cualquier cosa a mi alrededor que seguramente no me enteraría. Podría entrar la niña del exorcista caminando boca abajo y vomitarme ese liquido verde en los pies que en mi mente solo había una dos caracteres F – 5 y una voz que se repetía: pulsa esa tecla.
Solo un clic me separaba de mi inocencia interrumpida .Después de mucho pensar que hacer, te ves revocado a apretar esa tecla. Y claro, perdí la inocencia.

En otra ocasión me recomendaron apretar Alt-F4 desde un programa de chat para que mi conexión fuera mas rápida. Si vale¡, abrí otra ves el programa de chat, pero me daba igual, ya había perdido la inocencia.

Cuanto mas inteligente es la gente, mas información hay en su cabeza, mas cosas de las que preocuparse, mas estrés, menos tranquilidad, menos calidad de vida.
Nunca seremos tan felices como uno bobo feliz con un dedo metido en la nariz y jugando con un yoyo sin cuerda. Por lo tanto, hay que abogar con una sana ignorancia. Ser una especie de Peter Griffin. Una inteligencia justa para no tener curiosidad en el mundo que nos rodea y llegar ha descubrir que no vivimos en el campo verde de los teletabis y seguir siendo “inocentes” pero felices.

jueves, 9 de octubre de 2008

CINE ESPAÑOL? NO THANKS

Podríamos definir el cine español en cuatro palabras : tetas, maltrato, putas y travelos.

De las dos ultimas se ha encargado nuestro afamado director e internacional Pedro Almodóvar, ganador de dos oscar.

Hay películas que quedan impregnadas de la personalidad y de la forma de hacer cine de su director: la forma de presentar a los personajes, la velocidad de la película, los temas a tocar... en este caso el seño made in Almodóvar son las putas y trabelos. En cada película tiene que hacer referencia a este tema, no se si por una infancia rodeada de esta peculiar vida o si de una extraña obsesión se tratase. Además, todo se baña de una especie de clima tipo burdel barato.

De la primera definición ya se han encargado las películas tipo: Pajares y Esteso. He visto guiones mas elaborados en películas que sus títulos empiezan por rocco. Este “destetarre” tan tipical spanish que alo mejor es el origen de la calidad de nuestro cine al quedarnos atorados años entre los escotes de las suecas, ¿es reflejo de los ciudadanos o de los creadores de estas películas?. Paso palabra.

Pasamos a la segunda : maltrato. Películas tipo: mujer maltratada, niño con problemas, marido borracho, etc . Vale si, reconozco que algunas estaban bien, pero después de la trigésimo tercera película de este tipo... ya no me ponen.

Sin embargo, todo el monte no son cagadas de conejo. Directores como Alejandro Amenábar nos han enseñado que si se quiere y se sabe como hacer buen cine, se puede hacer. Películas como el orfanato de Juan Antonio Bayona o creaciones del nombrado Amenábar como mar adentro, los otros y abre los ojos nos hacen abrir los ojos ( valga la redundancia ) y poder apreciar unas películas originales, profundas ,con historias entretenidas, en las que sales del cine con la sensación de no haber sido violado por la cerdita pegui con un ataque ninfomaníaco.

No obstante, la industria del cine español se hace la pregunta periódicamente del porqué del descenso de los espectadores en las salas con cintas nacionales. Ay Dios¡.
Prefiero ver los caraconor en la sobremesa que el típico cine español. Que coño, prefiero ver cine clásico pakistaní doblado al húngaro con desfase de dos segundos y subtitulado al alemán antes que pagar una entrada y ver una de esas películas tan buenas de humor caca-culo-pedo-pis o nuestros dramas cotidianos.

Un saludo.