sábado, 21 de enero de 2012

Reseteame por favor.



Ya hace mucho tiempo, tanto que no recuerdo el comienzo, pero está claro esto no debería haber acabado así. Empecé con mucho trabajo y grandes esperanzas de este, sin duda, mi gran proyecto. No quise involucrarme demasiado, solo poner las primeras piezas y dejar que simplemente “fluyera”. Acepto que puede haber equivocaciones en algún momento, pero no ha esta escala. Me paro y miro lo que he hecho y me avergüenzo de mismo.
Estoy pensando en hacer borrón y cuenta nueva. Apretar ese botón de “reset”, volver a intentarlo conociendo los fallos cometidos y establecer mas y rigurosas reglas. No sé si es culpa mía o culpa de ellos. Pero... qué tipo de persona seria si acabase con todo esto.
El asunto es que no dejo de mirar ese maldito botón.
Firmado: El de ahí arriba.

sábado, 14 de enero de 2012

Cierra los ojos



Me entró esa gula de media tarde mientras andaba por la calle y entré en la primera cafetería que tuviera cierto ambiente acogedor. Pido café con leche y una pulga de algo a una camarera que me parece bastante guapa. Después de pedir me fijo en una pareja que tenia justo en frente. Hubiera pasado desapercibida de no ser porque los dos eran invidentes.
Pude observar que los dos eran pareja casi al instante. Tenían esa complicidad a simple vista que solo se consigue con años de momentos malos, buenos, risas y llantos entre dos personas.
Hablaban de cosas banales mientras sonreían de vez en cuando, jugaban con sus manos o el tocaba su largo pelo. Pensé que su tacto no sería igual al mío y que el encontraría muchas mas cosas en un simple caricia.
Cuando mi pulga había pasado a denominarse pulguita y mi café con leche ya solo era un cortado, el apretó su mano y le dijo.
- Marta, eres preciosa.

En ese momento mi idea de la belleza se derrumbo cual muro de Berlín. De repente cada persona presente en aquel local tuvieron una pequeña implosión. PUM. Ya no tenían rostro, sus ropas se habían evaporado, las siluetas de sus cuerpos desaparecido y la camarera que me había parecido tan guapa no pude reconocerla. Desde ese momento no supe muy bien lo que era la belleza.
Pasada una semana, en un bar, me acerqué a una chica y le pregunte:
- ¿ Eres verdaderamente guapa?
- ¿Que?
- Déjalo...

domingo, 8 de enero de 2012

Bebes terroristas.



Que no, que no, que no me lo creo. Es imposible que en cada vehiculo publico al que me suba esté rodeado por niños llorones. Estoy convencido que esto es un complot contra mí. Actores profesionales de 18 con apariencia de niños de 1.
Es subirme a un avión y estoy rodeado norte, sur, este y oeste por estos particulares insurgentes terroristas. Miro a las madres en cada intento de llanto y pienso: no no no, dale el chupete antes de que empiece, cuidado cuidado, agita ese sonajero, aprisa.
Porque no hay nada mas molesto que el llanto de un niño. Está a la altura del zumbeo de un mosquito en plena noche, y no me creo que en plena crisis, en pleno decremento de la economía haya un aumento del número de niños llorones.
Si pudiera pulsar el botón que hiciera inyectar el asiento de ese puto niño como los asientos de los cazas militares lo haría sin pensar. Con el primer amago de llanto: PAM, adiós maldito niño, ¡good bye!. Y el de los padres que ya están tan acostumbrados a ese ruido y actúan como si no pasara nada, también. Asiento inyectable y paracaídas... no, paracaídas no. Los demás pasajeros se harían los locos, estoy seguro, dedicándome una sonrisa cómplice.
Así que les doy un consejo a esos posibles futuros padres de pequeños Bin Laden: ANTICONEPTIVOS por favor!!!!.

lunes, 2 de enero de 2012

El perfume.



En estas fechas navideñas nos invaden los inexplicables anuncios de perfumes. Me pregunto que grado de locura hay que tener para ser guionista de este tipo de publicidad.
Los pocos segundos que duran no puede ser algo normal, una persona famosa mirando a cámara y diciendo lo bueno que es el producto, no. Para estos casos, cuanto mas “sin sentido” mejor. Una fantasía mezclada con un sueño y algo de tontería. Anuncios un poco estúpidos, si lo se, pero a quien no le gustaría vivir perpetuamente en uno de esos spots. Aparecer en una fiesta siendo el puto amo, salir en blanco y negro con esa chica impresionante, realizar situaciones sin sentido con una sonrisa en la boca y tener la cabeza hueca de preocupaciones. Hacer una postura imposible de yoga extremo, poner cara de interesante y susurrar el nombre de el perfume mientras tu, sin saber muy bien porque piensas: lo quiero.