sábado, 8 de diciembre de 2012

H.F.C

Dicen que llegan las navidades. Dicen que llega la época que aman algunos y otros odian. La época en que demuestras que quieres a alguien comprándole algo: cuanto más caro más te quiero. Dicen que la nostalgia te abofetea sin pedirte permiso y que las luces de las calles te encandilan sin avisar. Cenas con diversos familiares que tratas como extraños, porque lo son, y cenas con amigos que tratas como familia, porque lo parecen. Llegan las comidas copiosas, pero no pasa nada porque en el nuevo año te apuntaras al gimnasio (si claro…). Dicen que se acercan las doce uvas con las que te atragantaras como con saber que ha pasado un año más.  Alcohol, confeti y decirle a todo el mundo “feliz año” y “feliz navidad” como robot programados con solo dos frases. Llegan los mensajes tan genéricos de felicitaciones en nuestros móviles que re enviaremos para seguir siendo igual de genéricos y no desentonar. Hay que repasar el año pasado y sacar conclusiones o mejor bebe un poco más y disfrutemos de nuestra consiente ignorancia porque la barra libre está pensada para eso. Doce campanadas, nos disfrazamos y salimos a beber. Coge un papel, escribe tus propósitos para este nuevo año y guárdalo, espera a que acabe, coge el papel, ábrelo, vuelve a leerlo en voz alta las próximas navidades y échate a reír.

HappyFuckingChristmas

domingo, 2 de diciembre de 2012

Hazme reír.

- Si te hago reír en menos de un minuto me das un beso.
- ¿Qué?.
- Aceptas la apuesta, y si te hago reír en menos de un minuto me das un beso.
- ¿Eres uno de tantos locos que andan sueltos por ahí?.
- Para nada. Estoy muy cuerdo.

(el sonríe muy seguro de sí mismo)

- ¿Y si pierdes?.
- Si pierdo te invito a una copa.
- Que sepas que vas a perder. No me rio muy fácilmente.
- Me gustan los retos, ¿quieres decir que aceptas?.
- Si venga. No tengo nada mejor que hacer mientras espero a mis amigas y así me tomo una copa a tu salud. Pondré yo misma el cronometro en mi móvil.
- Me parece bien.
- Ya. Te quedan cincuenta cinco segundo para hacerme reír.
- El se quedo apoyado en la barra mirando hacia delante como si la cosa no fuera con el, como si no tuviera ninguna intención de hacer reír a aquella chica –treinta segundos-. Ella no paraba de mirarlo como incrédula. Miraba el móvil y luego a él, el móvil y luego a él, todo esto en bucle que sabia no duraría más de un minuto. –quince segundos-  El seguía sin mirarla, con la vista perdida en las botellas que estaban al otro lado de la barra. Ella sospechaba que haría algo inesperado en los últimos segundos –cinco segundos-. Se agotó el tiempo y no pasó absolutamente nada.
-¡Ja!. He ganado, no me has hecho reír y me debes una copa.
- Parece que me has ganado, si. ¡Camarero!, póngale una copa a esta chica.

(dos minutos antes)

- ¿Ves a aquella chica apoyada en la barra?. Te apuesto un beso y una copa a que me voy a acercar, voy a hablar con ella y después pasaré de ella un rato. Ella no va parará de mirarme y después me dejará que la invite a una copa.
- Acepto.