- No te imaginas lo que me pasó ayer...
- Cuenta, cuenta, no te hagas el interesante.
- ¿Recuerdas a María?, mi vecina, la que vive en el tercero D
- Como no voy a recordarla. Hasta a mi me dejó obsesionado cuando la vi.
- Pues... joder es que lo que te voy a contar parece sacado de una pelicula. Ayer por la noche, al regresar de tomar unas cañas me la tropiezo saliendo del edificio, a eso de la una de la mañana. Vestida de fiesta. Con un vestido apretado i-m-p-r-e-c-i-o-n-a-n-t-e.
- Vaya. Pero si siempre me habías dicho que no le gustaba salir.
- Exacto. La he invitado mil veces a tomar algo una noche pero siempre me ponía la escusa de que no le gustaba salir.
- Bueno... podría haber quedado con algún novio.
- No tiene novio.
- Alguno proyecto de novio.
- Lo pensé pero no sé porque lo hice pero la seguí.
- No me jodas. Estas enfermo.
- Yo la vi al salir del portal pero ella no me vio porque todavía me faltaban unos metros. Me escondí de tras de una columna y dejé que pasara. Y la seguí. ¿No te lo vas creer?
- Joder, cuenta, cuenta.
- Bueno pues cogió su coche que estaba aparcado en la calle paralela y la seguí en mi moto. Me imaginaba que la seguiría hasta algún edificio donde la esperaría cualquier hijo de puta que le haría mil cosas esa noche, pero no fue así. Llegamos hasta esa calle.
- ¿Cómo que es calle?.
- ¡La calle de las putas!
- ¡¿Pero que me estas contando?!. Bueno, también hay gente que vive en esa calle.
- Vi que entró en una casa después de tocar la puerta. No conocía esa casa pero después de observarla unos minutos no me cabía duda que era un burdel. No paraban de entrar y salir hombres.
- No me digas que entraste Luis...
- ¿Qué iba a hacer?. Tenía que comprobar que una chica aparentemente perfecta, guapa, simpática, con una cara de niña de no romper un plato y de tan buena familia a la que conozco personalmente era una puta. Y toque la puerta. Y me abrió la “madam” o la jefa de las putas como mas te guste. Y me pregunto quería ir con una chica en concreto o si quería ver las disponibles. Le dije que quería ir con María. Y después de sonreírme y decirme que tenia buen gusto me dijo que esperara unos minutos y después de esperar unos minutos me dijo que pasara a la habitación del fondo.
Entro y mientras ella me decía que me pusiera cómodo sin verme aun, me puse muy nervioso. Era su voz. Estaba claro que era ella y no sabía qué coño hacer ahora.
- Ay mi madre!!!
- Eso mismo dije cuando la vi vestida con esa lencería fina.
- Ay mi madre!!!!!
- Eso mismo dijo ella cuando vio que era yo.
- Ay mi madre!!!!!!!
- Que hacía yo allí, me preguntó mientras yo seguía anestesiado con su belleza. En ese momento salí corriendo no sé muy bien porqué.
- ¡¿Qué?!.
- Como lo oyes.
- ¿Y la has visto?
- Si, esta tarde. Me la crucé en el ascensor.
- Joder que incomodo.
- Me bajo los pantalones y me hizo una felación.
- ¿Qué?!!!!
- Así como lo oyes. Cuando acabo me miró y me dice: “Espero que te haya gustado y que tu novia esté bien”. Y se fue.
- TOMA!!!!
- Y con ese extraño pacto salió del ascensor mientras yo seguía en trance.
- Cuenta, cuenta, no te hagas el interesante.
- ¿Recuerdas a María?, mi vecina, la que vive en el tercero D
- Como no voy a recordarla. Hasta a mi me dejó obsesionado cuando la vi.
- Pues... joder es que lo que te voy a contar parece sacado de una pelicula. Ayer por la noche, al regresar de tomar unas cañas me la tropiezo saliendo del edificio, a eso de la una de la mañana. Vestida de fiesta. Con un vestido apretado i-m-p-r-e-c-i-o-n-a-n-t-e.
- Vaya. Pero si siempre me habías dicho que no le gustaba salir.
- Exacto. La he invitado mil veces a tomar algo una noche pero siempre me ponía la escusa de que no le gustaba salir.
- Bueno... podría haber quedado con algún novio.
- No tiene novio.
- Alguno proyecto de novio.
- Lo pensé pero no sé porque lo hice pero la seguí.
- No me jodas. Estas enfermo.
- Yo la vi al salir del portal pero ella no me vio porque todavía me faltaban unos metros. Me escondí de tras de una columna y dejé que pasara. Y la seguí. ¿No te lo vas creer?
- Joder, cuenta, cuenta.
- Bueno pues cogió su coche que estaba aparcado en la calle paralela y la seguí en mi moto. Me imaginaba que la seguiría hasta algún edificio donde la esperaría cualquier hijo de puta que le haría mil cosas esa noche, pero no fue así. Llegamos hasta esa calle.
- ¿Cómo que es calle?.
- ¡La calle de las putas!
- ¡¿Pero que me estas contando?!. Bueno, también hay gente que vive en esa calle.
- Vi que entró en una casa después de tocar la puerta. No conocía esa casa pero después de observarla unos minutos no me cabía duda que era un burdel. No paraban de entrar y salir hombres.
- No me digas que entraste Luis...
- ¿Qué iba a hacer?. Tenía que comprobar que una chica aparentemente perfecta, guapa, simpática, con una cara de niña de no romper un plato y de tan buena familia a la que conozco personalmente era una puta. Y toque la puerta. Y me abrió la “madam” o la jefa de las putas como mas te guste. Y me pregunto quería ir con una chica en concreto o si quería ver las disponibles. Le dije que quería ir con María. Y después de sonreírme y decirme que tenia buen gusto me dijo que esperara unos minutos y después de esperar unos minutos me dijo que pasara a la habitación del fondo.
Entro y mientras ella me decía que me pusiera cómodo sin verme aun, me puse muy nervioso. Era su voz. Estaba claro que era ella y no sabía qué coño hacer ahora.
- Ay mi madre!!!
- Eso mismo dije cuando la vi vestida con esa lencería fina.
- Ay mi madre!!!!!
- Eso mismo dijo ella cuando vio que era yo.
- Ay mi madre!!!!!!!
- Que hacía yo allí, me preguntó mientras yo seguía anestesiado con su belleza. En ese momento salí corriendo no sé muy bien porqué.
- ¡¿Qué?!.
- Como lo oyes.
- ¿Y la has visto?
- Si, esta tarde. Me la crucé en el ascensor.
- Joder que incomodo.
- Me bajo los pantalones y me hizo una felación.
- ¿Qué?!!!!
- Así como lo oyes. Cuando acabo me miró y me dice: “Espero que te haya gustado y que tu novia esté bien”. Y se fue.
- TOMA!!!!
- Y con ese extraño pacto salió del ascensor mientras yo seguía en trance.
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