viernes, 2 de noviembre de 2012

Contadores

Pongamos los contadores a cero, todos los indicadores, barras, gráficas y demás herramientas de medidas a cero.

Cuando nacemos no tenemos la percepción de que algo malo nos puede pasar. Hasta que no tocamos el fuego no sabemos que quema y así pasa con el resto de las cosas. No entendemos que nos pueden pegar hasta que nos golpean, no nos entra en nuestra cabeza que nos pueden hacer daño hasta que nos lo hacen, no conocemos la desconfianza hasta que la tienes ni que existe el odio hasta que lo experimentas. Con cada putada pulsamos el botón del contador y nos vamos convirtiendo en personas menos infantiles y pasamos a ser mas “adultos”. Pongo la palabra adultos en comillas porque parece que es esto va de la mano y lo tenemos asimilado aunque no debería ser así.
Existe una fórmula para calcular tu contador: cuanto (mas) quemado (menos) niño (mas) desilusionado (mas) adulto (multiplicado) por tu edad (exponencial) a tus experiencias (igual) al resultado de tu vida. 

Pongamos los contadores a cero, todos los indicadores, barras, gráficas y demás herramientas de medidas a cero. Volvamos a nacer.

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