Ya teníamos ganas de cambiar de siglo. Estábamos aburridos de utilizar el mil novecientos y como todo en nuestras vidas, si lo usamos mucho, nos aburre y lo tiramos o nos casamos con ello. Ya casi que estamos aburridos de este pero ya todo es diferente.
Vivimos en el siglo en el que hay adelgazar y para ellos nada mejor que comer en un plato pequeño para engañar a nuestro cerebro para que crea que es más comida y nos sacie antes. Puse un billete de diez euros en un plato pequeño y después de mirarlo diez minutos mi cerebro no había sido engañado, es más, cada vez me parecía menos. Vaya timo.
Este será el siglo de los libros de autoayuda porque ya no hay quien nos ayude y solo podemos tirar de lo "auto" para buscar consuelo. Busqué en todas las librerías un libro de autoayuda para autoayudarme a creerme toda la mierda que cuentan en ellos pero nunca lo encontré. Vaya timo.
Y seguí navegando por el siglo del futuro, el siglo en el que llegaremos a Marte y descubriremos más exoplanetas en el universo. Yo solo veo que nos gastamos cantidades desorbitadas en otros planetas y ni un puto duro en este. Seguimos pensando en putones y saturnos y seguimos cargándonos el planeta tierra que está mucho más cerca. Vaya timo.
El siglo de la gran globalización, que ha grandes rasgos significa que si hay éxitos económicos en algún lugar del mundo eso se extrapola a todo el mundo pero no nos habíamos leído la letra pequeña donde ponía que pasaría exactamente lo mismo con las crisis. Vaya timo.
Vaya timo.
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