“Los chicos del
viernes hablan de mujeres en voz alta, pero no tienes que creer todo lo que
dicen. Todas las chicas tienen el corazón roto. Las carreteras están atascadas
durante el fin de semana. Todo el mundo quiere estar lejos de donde ha nacido.
Al menos el viernes por la noches. Los bares ya no dan dos por una y en esta
ciudad tienes que ganar mucho para poder beber en el centro. Los camareros han
enterrado sus sonrisas porque es viernes por la noche y la gente coge todo lo
que brilla. Con o sin permiso. Las niñas bonitas siempre son las que están más
tristes porque saben que hay más tíos dispuestos a hacerles daño. Las niñas
feas se dejan ir y bailan toda la noche solas, o unas con otras y no tienen
suerte ni atrayendo las desgracias. Los tíos con coche juegan con los dados
trucados y los que tienen dinero nos están viendo a todos las cartas. Las
madres no duermen en toda la noche porque saben que duele pero también saben
que no hay nada mejor y no acaban de decidir qué es lo más peligroso. No hay
nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los
disparos. Sé que no puedo esperar que estés siempre sola, lo único que te pido
es que no te lo creas todo. No te fíes de los anillos de oro, ni de las
carrozas de plata. Todos mentimos los viernes por la noche.” – Ray Loriga
viernes, 19 de abril de 2013
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